Jorge Andrés ¿quién era Norma?
Norma era mi mamá, una mujer sonsoneña de una familia de 9 hermanos nacidos en el segundo matrimonio de mi abuelo, quien había enviudado y ya tenía una hija. Fue una mujer especial para la época que le tocó vivir, se graduó en la escuela Normal del pueblo y luego estudió secretariado bilingüe en Medellín para volver y trabajar con una entidad del Estado. Cuando conoció a mi papá, era posiblemente de las mujeres más interesantes de su pueblo.
¿En qué momento decide compartir a Norma a través de esta película?
Empecé a hacer esta película cuando mi mamá se enfermó de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la enfermedad que sufrió Stephen Hawking y que inspiró el reto del Ice bucket challenge. Cuando supe que no tenía cura, empecé a filmarla con la intención, de alguna manera, de guardar su recuerdo, sobre todo en fechas y momentos especiales; eso sí teniendo en cuenta que mi mamá siempre fue muy cuidadosa con su imagen, con verse hermosa. Yo había estudiado Comunicación Social y estaba metido en el mundo audiovisual pero no había hecho ninguna película todavía.
Norma es una parte del documental, pero otra gran parte son usted y su papá…
Yo pensaba que esa enfermedad le había dado porque era infeliz, así que planee hacer un largo viaje con mi papá para cuestionarlo y tratar de entender qué tan cierta era esa teoría, aunque alguien dirá que hay un componente genético, cada vez más sabemos que las enfermedades tienen un componente emocional y desde siempre me ha interesado mucho hacer esas lecturas y ese tipo de análisis que van más allá de lo puramente racional.
¿Cómo es hoy su relación con él después de esta catarsis que hizo con la película?
Yo siento que con mi papá tengo una relación buena, no es la relación que tenía con mi mamá, esto es imposible. Ese viaje de 14 días por Honda, Medellín, Sonsón y en el que llegamos hasta Coveñas, sirvió también conversar de cosas divertidas que nos acercaron, como de las novias que tuvo antes de mi mamá y fue muy chévere, porque aunque las relaciones no cambian por un viaje, sí crecen. Hoy en día mi papá es una persona muy dulce, pero él tenía un genio terrible, a lo largo de su vida fue cambiando, suavizándose. Lo que nunca cambió es que mi mamá fue el amor de su vida.
¿Qué espera del público colombiano?
¡Que vaya a verla! Me encantaría que se conectaran con la película y que ocurra lo mismo que en los festivales donde ha participado: salen con ganas de hablar de las cosas de su familia, de las relaciones con sus padres, con sus hermanos. Espero que la película sirva para animarlos a hablar de esos temas que están como “atorados”, sobre todo en Colombia donde está la idea de que las cosas hay que esconderlas, taparlas, no hablar de ellas. Las cosas malas se entienden cuando se habla de ellas y eso es una suerte de liberación.